
Esta reclamación del sector inmobiliario que afecta de forma frontal a la franquicia es un paso más en la guerra de los locales. Por un lado, está la administración pública que ordena los cierres o las limitaciones al comercio. Por otro, los propietarios que ven cómo deben atender los gastosa de sus locales. Por último los inquilinos y franquiciados que sufren el cierre de sus comercios y no pueden hacer frente a unos alquileres, por lo general altos.
Por este motivo, el sector inmobiliario ha enviado una importante comunicación a la Generalitat de Cataluña. En ella, se solicita su actuación para paliar el descalabro económico que supone para inquilinos y propietarios el cierre del comercio.
El pasado martes, el gobierno de la Generalitat aprobó un decreto ley que permitía disminuir el precio de los alquileres comerciales al 50%, muchos de ellos franquiciados. Pero los propietarios no están contentos. Estos locales son los que tuvieron que cerrar de manera obligatoria. En ellos ni propietario ni arrendatario llegaron a un entendimiento para reducir los costes.
Las entidades firmantes del documento (que agrupan a gran parte del sector inmobiliario) se congratulan de que la Administración Pública haya actuado con el fin de haya un impacto económico menor en las empresas afectadas. Pero opinan que no deben los propietarios, los que tengan que asumir las consecuencias de la pandemia. Según las asociaciones firmantes, si el inquilino no abona la totalidad de la renta, se produce un desajuste. Los propietarios tienen que seguir haciéndose cargo de la totalidad de los gastos, impuestos y préstamos hipotecarios que afectan de manera directa a los locales.
Ayudas para propietarios
Desde el sector opinan que debería de ser el sector público quien tuviera que establecer mecanismos para ayudar a los propietarios por la rebaja del alquiler. Hay que recordar que la gran mayoría de estos son pequeños tenedores o ahorradores.
No obstante, según sus datos, en la mayoría de los casos se ha llegado a un entendimiento entre ambas partes, y de manera voluntaria. Se ha conseguido un pacto entre los arrendatarios y los propietarios para disminuir de forma temporal los alquileres.