Toda la materialización de las ventajas de la franquicia pasa por dos características auténticamente diferenciales de un sistema de franquicia: el saber hacer y la imagen de marca. Sin ellas hablaríamos de otro tipo de acuerdo comercial como la concesión, la distribución en exclusiva, la representación, el contrato de agencia o cualquier otro de naturaleza similar.
Acabamos de señalar que una de las ventajas principales, quizá la principal, de integrarse en un sistema de franquicias, consiste en la transmisión del saber hacer que recibiremos del franquiciador. Ahora bien, ¿cómo se nos va a transmitir este saber hacer? Porque si el franquiciador se limita a darme una serie de manuales cuyo contenido es en muchos casos casi ininteligible, ¿qué ventaja obtengo?, sería como comprarme libros que me enseñasen a montar un negocio cuyo contenido es meramente teórico.
No existen normas escritas al respecto. Pero desde los planes de formación de un solo día hasta los que abarcan más de un mes podemos encontrar ejemplos de todo tipo. Todo depende de la complejidad del negocio para asimilar el saber hacer. Franquicias como la americana Merry Maids incluyen en su programa de formación. Un tutelaje por un franquiciado cercano a su zona de exclusiva que se encarga de darle cobertura y asistencia durante los primeros meses de actividad.
Otras proporcionan servicios que van desde la franquicia llave en mano, hasta la gestión del escaparatismo y merchandising (como las empresas de confección/moda), la publicidad (como las empresas de restauración o de ventas de mobiliario). O incluso el servicio post-venta a clientes. Todos estos servicios tienen un reflejo claro en la cuenta de resultados de cualquier negocio.
El mercado es dinámico y cada vez se mueve a mayor velocidad. Funcionando de manera independiente un empresario debe ser capaz de cubrir todos los frentes posibles. Estos son incorporar nuevos servicios o productos a la oferta existente. O cambiar equipos o maquinaria por otros más innovadores que debemos adquirir. Y además de todo ello autoformarse sobre las novedades que se incorporan.
Entonces se nos pueden plantear dificultades para continuar explotando nuestro negocio en condiciones óptimas. Aquí se encuentra la importancia de recibir una formación continua. Franquicias españolas diseñan programas de formación que incluyen una hora al día a esta actividad bajo supervisión de la central. La calidad de los recursos humanos sube notablemente.
Para ser un buen franquiciado lo mejor es no tener «vicios adquiridos»
Si tenemos en cuenta que un gran número de franquicias prefieren franquiciados que no tengan experiencia anterior en la actividad que van a desarrollar, valoraremos la importancia de recibir una formación inicial lo más completa posible. El motivo fundamental es evitar personas que vengan con vicios adquiridos de otros negocios.
Las novedades hay que probarlas, experimentarlas, incorporarlas y formarse respecto a ellas. Hacerlo por cuenta propia es una tarea dura y en ocasiones imposible. La franquicia me abre este camino.
La asistencia es igual a la satisfacción de necesidades
Estrechamente relacionada con la formación se encuentra otra de las ventajas que aporta el sistema de franquicia. La asistencia y el funcionamiento de esta se manifiesta mucho antes, incluso, de firmar el contrato de franquicia.
Se pueden preguntar, ¿cómo es posible esto? Muy sencillo analizando el comportamiento que esa franquicia está teniendo en las fases previas e informativas. ¿Cómo me están atendiendo? ¿Responden con rapidez? ¿Me envían información? ¿Resuelven las dudas que les planteo? ¿Se nota falta de coordinación? ¿Cómo se va a enfocar la búsqueda de local? Analicemos el tiempo que han tardado en gestionar este proceso, la calidad en la forma de hacerlo y los conocimientos que evidencia en las fases previas. Será un reflejo de la asistencia que recibiremos en el futuro.
Una franquicia que desde un primer momento no muestra ningún interés por un candidato y no le atiende debidamente, aunque sea para decirle que no le interesa su candidatura, evidencia su falta de seriedad. Para esto está el franquiciador, para mostrarnos lo equivocados o acertados que podamos estar. Y ayudarnos a seleccionar la ubicación más adecuada.
Estamos viendo cómo entrar en el mundo del comercio o los servicios es mucho más ventajoso que hacerlo de manera independiente y por cuenta propia. Pero existen casi 1.000 franquicias, ¿cómo elegir adecuadamente?
El proceso de búsqueda de la franquicia
El gran reto en la selección de la franquicia más adecuada es identificar aquellas cuyo saber hacer suponga un verdadero valor añadido para mi nuevo negocio. Es precisamente esto lo que, como hemos señalado, interesa. Adquirir la experiencia de otro probada con éxito, la minorización de riesgos y la ventaja de iniciar la explotación del negocio con la parte más dura del camino ya recorrida.
La mayor responsabilidad que se puede exigir al potencial franquiciado es, precisamente, seleccionar de forma adecuada aquella red en la que quiere integrarse.