La protección de los autónomos y del pequeño empresario debería ser prioridad de las administraciones, puesto que, y más en el caso de España, componen la mayor parte del tejido empresarial, llegando al 99% del total.
España cuenta con casi 3 millones de micropymes o pequeñas empresas de menos de 300 empleados. Aportan un 60% de valor a la economía nacional, si desaparece este sector, se resentirá de manera contundente la economía y el consumo.
Un sector importantísimo es el de los autónomos o Empresas de menos de diez empleados. Representan el 24%. Y ha sido un sector tremendamente afectado, que no ha recibido prácticamente ayudas y que más que nunca necesita apoyo de medidas por parte del Gobierno.
Más financiación, procesos más ágiles y menos burocracia
Se solicitan soluciones ágiles y procesos menos burocráticos para que los autónomos puedan acceder a ayudas, créditos y financiación. Aunque indican que la clave radicaría no solo en moratorias sino en exenciones de cuotas, por ejemplo, que ayudaría a los trabajadores a mantener la actividad en lugar de tener que darse de baja por no poder mantener la cuota.
Determinados procesos son complejos y generan más incertidumbre aún al pequeño empresario o autónomo. Por lo que, lo más oportuno sería que se agilicen los accesos a ayudas, desempleo. Y sobre todo, deberían ponerse en marcha políticas de reactivación con medidas reales para apoyar a esta gran parte del tejido empresarial.
Ayudas y moratorias para autónomos
Hasta ahora, casi un millón de autónomos que solicitaron la prestación extraordinaria la han recibido, ayuda cuya cuantía mínima es de 661 euros. La duración de esta ayuda se extiende hasta que finalice el estado de alarma. Lo positivo de esta medida ha sido que la pueden cobrar incluso los autónomos que no hayan cumplido un periodo mínimo para acceder a la prestación por cese de actividad. Además, es compatible con cualquier otra prestación de la Seguridad Social que estuviera cobrando.
Esto no resuelve la situación de estos trabajadores y no permite construir el futuro de su negocio. Son medidas paliativas en el corto plazo pero no protegen al tejido empresarial ni garantizan su supervivencia.
Un ejemplo claro de la falta de llegada de las ayudas a los afectados incluidos autónomos y pequeños empresarios, ha sido las moratorias hipotecarias solicitadas por la crisis. Se han otorgado solo 1 de cada 3 solicitadas. Según datos oficiales publicados por el Banco de España, del total de 228.322 personas que han solicitado la moratoria del pago de su hipoteca desde que comenzó la crisis del coronavirus.
Solo se han concedido 65.559, es decir, el 29% del total. La mayoría de los trabajadores, familias o autónomos, que lo han pedido no cumplían con los criterios establecidos en las medidas de apoyo a los más vulnerables aprobadas por el Gobierno.
Lo mismo ha ocurrido con la moratoria de créditos sin garantía hipotecaria. Hasta ahora se ha concedido a poco más de 59.000 personas, menos del 19% de los 296.900 solicitantes.