Cuando nos planteamos la idea de abrir nuestro propio negocio, ya sea con una franquicia o de forma independiente, encontramos una extensa lista de obstáculos que hacen que nos replanteemos la situación y que, en muchas ocasiones, logran que abandonemos nuestro espíritu emprendedor. Sin embargo, queremos demostrar que no se trata de una quimera y que la franquicia puede ser una excelente opción.
Uno de los sueños que comparte mucha gente es el de poder dejar de trabajar por cuenta ajena y convertirse en su propio jefe. Sin embargo, aunque a todos nos ha rondado alguna vez este pensamiento por la cabeza, son pocos los valientes que se atreven y se lanzan a la aventura del autoempleo.
Uno de los frenos más habituales que desmotiva a los potenciales emprendedores es el coste que supone llevar a la práctica este sueño, el elevado precio de poner en marcha un negocio. Lo primero, decir que no todos los negocios requieren una alta inversión, es cuestión de saber escoger aquél que mejor se ajuste a nuestras posibilidades.
En el mercado de la franquicia existe un amplio abanico de enseñas, denominadas de baja inversión, que por un “módico precio” ofrecen la oportunidad de experimentar como empresarios. Así, con una inversión inicial entre los 3.000 y los 12.000 euros podríamos gestionar desde una oficina de intermediación inmobiliaria hasta una agencia de viajes. Por lo que no es necesario contar con una elevada cantidad de dinero para convertirnos en empresarios.
Teniendo en cuenta esto, existen además diferentes vías a través de las cuales podemos obtener los recursos económicos necesarios en caso de no poseer el dinero que nos permita desarrollar nuestro proyecto empresarial. Es habitual que al entrar a formar parte de una cadena de franquicias, los futuros franquiciados se puedan beneficiar de ciertas ventajas económicas y acuerdos entre las enseñas y las diferentes entidades financieras. Asimismo, hoy en día los organismos públicos dedican buena parte de sus recursos a prestar apoyo a la creación de empresas y al desarrollo de pequeños y medianos negocios. Lograr la financiación de nuestro proyecto puede resultar más fácil de lo que parece.
Otros miedos a la franquicia
Otro de los miedos habituales que asusta a más de uno es la complejidad de los trámites administrativos. Pero, hoy en día, no hace falta ser un experto en estas lides ya que existen numerosas guías o portales de Internet donde encontramos, punto por punto, cada paso y cada papel que debemos cumplimentar. Este es el caso de www.creaciondeempresas.com, que cuenta con una gestoría virtual; de www.emprendo.com; o de www.circe.es, perteneciente al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que permite la constitución de una empresa por Internet, entre otras.
Además, los gobiernos regionales cuentan con programas y oficinas especiales de información y asesoramiento a futuros emprendedores. Así ocurre, por ejemplo, con la Comunidad de Madrid que, desde el año pasado, ofrece el programa “Empréndelo”, una serie de servicios y actividades a disposición de los nuevos emprendedores en un mismo portal de Internet: www.emprendelo.es. Dicho portal cuenta con un espacio, “del emprendedor a la empresa”, en que indica cada paso para la creación de una empresa, facilitando las direcciones a las que acudir en cada caso.
Si con esto no resultase suficiente, podemos acudir a cualquiera de las consultoras que operan en el mercado y contratar sus servicios, como es el caso de BeFranquicia. Estas empresas asesoran a los futuros franquiciados y facilitan la puesta en marcha de sus negocios.
Otra de las cuestiones que se le pueden atragantar al emprendedor es la búsqueda de un local, su reforma en caso de que fuese necesario o dar con la ubicación ideal para éste. El sistema de franquicia, precisamente, libera de todas estas cargas al futuro franquiciado, al menos en gran parte.
En muchos casos, es la propia enseña la que se encarga de buscar el establecimiento ideal y si no es así, se ayudará al franquiciado a elegir un local que se ajuste al concepto de negocio así como a estudiar y elaborar el diseño del establecimiento y su decoración interior y exterior.
Si finalmente, el local requiere una reforma, las centrales suelen remitir a los franquiciados a algunas compañías con las que ya tienen ciertos acuerdos o con las que han trabajado con anterioridad, por lo que el nuevo emprendedor se ahorra la tarea de buscar y contratar a la empresa que realice la obra.
La asistencia de la central de franquicias
Normalmente, desde la central de una cadena de franquicias se proporciona una amplia asistencia en diferentes ámbitos. Así, se pone a disposición de los futuros franquiciados la cartera de proveedores con los que trabaja la enseña, éstos se podrán beneficiar de los acuerdos que la central haya convenido. En lo que tiene que ver con la relación con los proveedores, es la central quien realiza las negociaciones tanto con aquellos proveedores de servicios para obtener las condiciones más ventajosas para el franquiciado.
En otros casos, la preocupación llega a la hora de tener que buscar personal al que emplear en el negocio. Sin embargo, esto no tiene porqué suponer un quebradero de cabeza ya que existen numerosas vías a través de las cuales encontrar el personal adecuado. Desde anuncios publicados en periódicos o portales de Internet especializados en la oferta y demanda de empleo hasta bolsas de trabajo de diferentes asociaciones o escuelas profesionales.
Y es que, contar con personal que se haga cargo del negocio en nuestra ausencia resultará muy positivo para aquellos a los que les preocupe que el ser responsables de una empresa o comercio vaya a restarles tiempo libre o hacerles perder momentos de estar en familia.
Para otros muchos, las dificultades se presentan después, a la hora de tener que dirigir el equipo humano al frente del cual se sitúan. Seguro que en la práctica no es tan complicado, tan sólo será necesario hacer un buen uso de nuestro instinto. Pero quizás, también viene bien conocer la experiencia de otros franquiciados, quienes podrán facilitarnos ciertas pautas o consejos, así como de cualquier persona que conozcamos y que ocupe un puesto de responsabilidad.
El futuro franquiciado no se sentirá solo en ningún momento y podrá recurrir siempre que lo desee a la central de su enseña desde donde le asesorarán sobre aquellas cuestiones básicas para el buen funcionamiento del negocio. Si por algo se caracteriza el sistema de franquicia es por la asistencia, tanto inicial como permanente, que se concede a todo aquel que quiera entrar a formar parte de la cadena en cuestión.
Conclusión
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, seguro que uno de los principales temores a los que se enfrenta todo aquel que desea emprender un negocio es el miedo a perder tanto el dinero invertido como todo tipo de propiedades personales. Sin embargo, quien se decida por el sistema de franquicia tiene la ventaja de no lanzarse a ciegas a una aventura de la que no se sabe cómo se va a salir. Como vemos, el sueño de dirigir nuestro propio negocio no está tan lejos de la realidad. El sistema de franquicia proporciona una serie de ventajas que hacen mucho más fácil la puesta en marcha de una empresa o un comercio, permite entrar a formar parte de una cadena con experiencia y conocimiento de la actividad a la que se dedique. Esto produce seguridad en el futuro franquiciado y diluye el posible sentimiento de soledad al tiempo que reduce la posibilidad de fracaso.
Os dejamos unos sencillos consejos antes de incorporaros a una franquicia: