La idea de abrir un negocio propio no está exenta de dolores de cabeza. A los futuros empresarios casi siempre se les presenta una larga lista de obstáculos y contratiempos que les hacen replantearse su decisión y, en muchas ocasiones, dar marcha atrás, dejando de lado su espíritu emprendedor. Sin embargo, abrir una franquicia puede ser una excelente opción para empezar este recién estrenado 2017 de la mejor forma posible.
Uno de los sueños que comparte mucha gente es el de convertirse en su propio jefe. Y aunque a la mayoría le ha rondado alguna vez este pensamiento por la cabeza, al final son pocos los valientes que se atreven con el autoempleo. Así que, para estrenar el nuevo año con buen pie, nada mejor que dejar atrás los miedos que actúan como freno a la hora de pensar en abrir una franquicia. Aquí te contamos cómo hacerlo.
Pierde el miedo al dinero
Lo que más suele desmotivar a los potenciales emprendedores es el coste que supone llevar a la práctica este sueño, el elevado precio de poner en marcha un negocio. En cualquier caso, no todas las franquicias requieren una inversión alta, es cuestión de saber escoger la que mejor se ajuste a nuestras posibilidades.
En el mercado de la franquicia hay un amplio abanico de enseñas de baja inversión, que por un “módico precio” ofrecen la oportunidad de experimentar como empresarios. Así, con una inversión inicial entre los 3.000 y los 12.000 euros podríamos gestionar desde una oficina de intermediación inmobiliaria hasta una agencia de viajes.
Teniendo en cuenta esto, existen además diferentes vías a través de las que podemos obtener los recursos económicos necesarios en caso de no poseer el dinero que nos permita desarrollar nuestro proyecto empresarial. Es habitual que, al entrar a formar parte de una cadena de franquicias, los futuros franquiciados se puedan beneficiar de ciertas ventajas económicas y acuerdos entre las enseñas y las diferentes entidades financieras. Asimismo, hoy en día los organismos públicos dedican buena parte de sus recursos a prestar apoyo a la creación de empresas y al desarrollo de pequeños y medianos negocios. Lograr la financiación de nuestro proyecto puede resultar más fácil de lo que parece.
Pierde el miedo a la burocracia
Otro de los miedos habituales que asusta a más de uno es la complejidad de los trámites administrativos. Pero tampoco hace falta ser un experto en estas lindes, ya que hay numerosas guías y portales de Internet donde encontramos, punto por punto, cada paso y cada papel que debemos cumplimentar. Algunos ejemplos son las webs www.creaciondeempresas.com, que cuenta con una gestoría virtual; www.emprendo.com, o el portal www.circe.es, perteneciente al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, que permite la constitución de una empresa por Internet, entre otras muchas funciones.
Además, los gobiernos regionales cuentan con programas y oficinas especiales de información y asesoramiento a futuros emprendedores que quieran poner en marcha una franquicia. Así ocurre, por ejemplo, con la Comunidad de Madrid y su programa Empréndelo, con el que pone toda una serie de servicios y actividades a disposición de los nuevos emprendedores en un mismo portal. Dentro del menú “Ser emprendedor” tiene una sección llamada “Del emprendedor a la empresa”, en la que informa de los pasos a seguir y organismos a los que dirigirse para realizar los trámites de creación de una empresa, facilitando las direcciones a las que acudir en cada caso.
Si con esto no resultase suficiente, podemos acudir a cualquiera de las consultoras que operan en el mercado y contratar sus servicios. Estas empresas asesoran a los futuros franquiciados y facilitan la puesta en marcha de sus negocios en franquicia.
Pierde el miedo al local ideal
Otra de las cuestiones que se le pueden atragantar al emprendedor es la búsqueda de un local, su reforma en caso de que fuese necesario o dar con la ubicación ideal para éste. El sistema de franquicia libera en gran parte al futuro franquiciado de la mayoría de estas cargas.
En muchos casos, es la propia franquicia la que se encarga de buscar el establecimiento ideal. De no ser así, ayudará al futuro franquiciado a elegir un local que se ajuste al concepto de negocio, además de estudiar y elaborar el diseño del establecimiento y su decoración interior y exterior.
Si finalmente el local requiere una reforma, las centrales de franquicias suelen remitir a los franquiciados a algunas compañías con las que ya tienen ciertos acuerdos o con las que han trabajado con anterioridad, por lo que el nuevo emprendedor se ahorra la tarea de buscar y contratar a la empresa que realice la obra.
Normalmente, desde la central se proporciona una amplia asistencia en diferentes ámbitos. Así, se pone a disposición de los futuros franquiciados la cartera de proveedores con los que trabaja la franquicia, éstos se podrán beneficiar de los acuerdos que la central haya convenido.
Pierde el miedo al personal
En otros casos, la preocupación llega a la hora de tener que buscar personal al que emplear en el negocio. Sin embargo, esto no tiene porqué suponer un quebradero de cabeza, ya que existen numerosas vías a través de las que encontrar el personal adecuado. Desde anuncios publicados en periódicos o portales de Internet especializados en la oferta y demanda de empleo, hasta bolsas de trabajo de diferentes asociaciones o escuelas profesionales, sin olvidar la estrella de los últimos meses: las apps especializadas en la oferta y búsqueda de empleo.
Contar con personal que se haga cargo del negocio en nuestra ausencia resultará muy positivo para aquellos a los que les preocupe que el ser responsables de una franquicia vaya a restarles tiempo libre o hacerles perder momentos de estar en familia.
Para muchos otros, las dificultades se presentan después, a la hora de tener que dirigir el equipo humano que conforme la franquicia. Seguro que en la práctica no es tan complicado, tan sólo será necesario hacer un buen uso de nuestro instinto. Pero quizás también viene bien conocer la experiencia de otros franquiciados, quienes podrán facilitarnos ciertas pautas o consejos, así como de cualquier persona que conozcamos y que ocupe un puesto de responsabilidad.
El futuro franquiciado no se sentirá solo en ningún momento y podrá recurrir siempre que lo desee a la central de su enseña, desde donde le asesorarán sobre aquellas cuestiones básicas para el buen funcionamiento del negocio. Si por algo se caracteriza el sistema de franquicias es por la asistencia, tanto inicial como permanente, que se concede a todo aquel que quiera entrar a formar parte de la cadena en cuestión.
Pierde el miedo a perder
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, seguro que uno de los principales temores a los que se enfrenta todo aquel que desea emprender un negocio es el miedo a la quiebra, es decir, el miedo a perder tanto el dinero invertido como sus propiedades personales. Sin embargo, quien se decida por el sistema de franquicias tiene la ventaja de no lanzarse a ciegas a una aventura de la que no se sabe cómo se va a salir.
Por todo ello, el sueño de dirigir nuestro propio negocio no está tan lejos de la realidad. El sistema de franquicia proporciona toda una serie de ventajas que hacen mucho más fácil la puesta en marcha de una empresa o un comercio, permite entrar a formar parte de una cadena con experiencia y conocimiento de la actividad a la que se dedique. Esto produce seguridad en el futuro franquiciado y diluye el posible sentimiento de soledad al tiempo que reduce la posibilidad de fracaso. Pierde el miedo a perder y estrena el año con una franquicia.