¿Cuáles son las pautas para enfrentarse al crecimiento de una empresa al convertirse en franquicia? El paso de una pequeña empresa a una gran franquicia, la adecuación tecnológica o la internacionalización, son los principales problemas con los que se encuentran las franquicias. Señalar cuáles son las principales trabas con las que se encuentra un franquiciador a la hora de gestionar su negocio evita más de un quebradero de cabeza. Muchas de las empresas franquiciadoras han sabido poner freno a los problemas que surgieron en el camino. Superaron los retos con creces y hoy pueden estar satisfechos con su labor.
El primero de estos retos planteados es el cambio de mentalidad respecto al tamaño de la empresa. El objetivo de la compañía es convertirse en una gran empresa y para ello la franquicia es un modelo ideal, el problema surge cuando solo se quiere vender franquicias. Hay franquicias que solo buscan eso y es un error. Es claro que el negocio está siempre en atender a los franquiciados y que ellos obtengan beneficios.
Cuestión de estrategia
Además, otra de las cuestiones que se plantean es la importancia de añadir un valor añadido a los servicios ofrecidos para captar franquiciados, muy interesante para el crecimiento de cualquier franquicia. La elección de un buen franquiciado es esencial para el éxito o el fracaso de cualquier enseña, por ello, hay que buscar franquiciados que sean capaces de vender bien la imagen de marca. Otra de las barreras a tener en cuenta es la internacionalización de la franquicia. Para salir al extranjero hay que seguir un plan estratégico muy estudiado y tener en cuenta todos los factores que puedan hacer que la enseña triunfe o fracase. Para ello, esta estrategia debe desarrollarse desde la central.
Además, la mayoría de las franquicias que salen al extranjero lo hacen a través de master franquicia y, para ello, es básico conocer a fondo al socio local al que se le va a ceder el negocio. Otro tema importante son los problemas de legislación que te puedes encontrar en el extranjero, por ello, es importante tener bien estudiado el mercado donde se quieren implantar.
Los nuevos retos para las franquicias
También, hay que tener en cuenta la reestructuración empresarial y su adecuación tecnológica, que se tiene que llevar a cabo para que una pequeña empresa pase a ser una gran empresa. En este sentido hay que reorganizar los diferentes departamentos para que puedan ofrecer los servicios necesarios a los franquiciados y que haya una buena comunicación entre ellos.
Por último, un aspecto que se debe reseñar siempre es la adecuación formativa a los requisitos que demanda el sector de la franquicia en cada momento. Mediante esta fórmula de formación inicial y continua, la franquicia se asegura un respaldo formativo de todos los miembros que componen su red comercial. De esta manera, si el ciclo formativo presenta una oferta bastante completa y crea una base sólida en los franquiciados de una cadena, estos serán bajo cualquier circunstancia un referente en todo momento en el sector (muy probablemente competitivo), en el que operan. Por ello, no hay nada como estar preparado para afrontar cualquiera de estos retos que se presentan de forma común en el sector franquicias.