Con la llegada de la primavera, afloran las ganas de hacer deporte e ir a los gimnasios. El nuevo perfil de cliente en estos negocios es el de una persona que se cuida y se dedica tiempo. Y la franquicia se ha convertido en la mejor respuesta a esas necesidades. Entre ellas destaca la de obtener resultados en un corto espacio de tiempo y sin tener que invertir mucho dinero.
En la última década, la cultura del bienestar y la imagen personal han provocado el crecimiento de los gimnasios. De hecho, la transformación de las necesidades del cliente ha trastocado su estructura. Si antaño eran negocios de corte familiar, ahora son conceptos que apuestan por el sistema de franquicias. Y lo hacen profesionalizando la gestión, implementando nuevas tecnologías y personal cualificado y ofreciendo servicios que se adapten a las exigencias del cliente. Sobre todo en lo tocante al precio.
En este sentido, el sistema de franquicias se ha impuesto como modelo empresarial en el sector. ¿Las razones principales? La capacidad de la franquicia para ajustar la oferta a las necesidades de la demanda. Y también su predisposición a adelantarse a las peticiones de su clientela, sobre todo a nivel tecnológico.
Gimnasios: negocios con salud ‘de hierro’
Un número reducido de conceptos que se reparten el negocio de los gimnasios a nivel nacional. Así podría resumirse el estado del sector en España, vinculado a la fórmula de la franquicia. Según datos de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), existen 17 redes de gimnasios operativas. En total, 334 establecimientos (266 franquiciados y 68 propios), cuya facturación supera los 75,5 millones de euros. Así se refleja en el informe anual de la AEF. “La Franquicia en España 2017”, elaborado con los datos disponibles a cierre de 2016.
Una prueba de la buena ‘racha’ que atraviesa el sector que, además, cuenta con una interesante demanda crecimiento. En este sentido, la franquicia provee de unas ventajas, tanto al inversor como al cliente final, que garantiza el crecimiento de las cadenas adscritas al sistema y también de los negocios particulares de los emprendedores que se suman a ellas.
Ventajas en franquicia
Por citar algunas de sus ventajas, destacar la experiencia que aportan las centrales de franquicias en cuanto a gestión y saber hacer. También la formación que ofrecen a emprendedor y empleados de cada centro. Y, como no, la tecnología y maquinaria que ponen a disposición de cada miembro de la cadena.
Además, las cadenas proveen a su red de una imagen de marca muy potente, en la invierten mucho esfuerzo y dinero. Porque tener una imagen que seduzca al consumidor es fundamental para garantizar la clientela en toda la red. En la mayor parte de los casos, las franquicias se esfuerzan por conseguir una imagen que dé idea de la filosofía ‘deportiva’ de sus centros. Esto normalmente gira en torno a una maquinaria a la última tecnología, unos programas adaptados a cada cliente y otros servicios complementarios que aumentan el atractivo de las instalaciones.
En el mismo sentido, los centros que pertenecen a una red de franquicias cuentan, a grandes rasgos, con las instalaciones más modernas y los locales de mayor dimensión, de hasta 8.000 m2. Por otra parte, estos mismos centros suelen ofrecer la maquinaria más actualizada del mercado, adaptada a las nuevas tecnologías.
Así, de un tiempo a esta parte se ha convertido en requisito imprescindible contar con personal preparado para aconsejar y guiar a la clientela. Y hacerlo preparando tablas de ejercicios, indicando programas orientados a resultados e incluso diseñando dietas alimenticias.
Tendencias del sector
En cuanto a las tendencias que guían el destino del sector, cada vez más este tipo de negocios apuesta por la diversificación. Así, últimamente han incorporado en sus instalaciones la filosofía “wellness”. También otro tipo de actividades más cercanas a la danza, el baile, etc., que tienen una buena acogida entre sus usuarios.
Al respecto, los programas de actividades se hacen más específicos y más amplios. Así, el usuario dispone de múltiples opciones a casi cualquier hora del día, que puede combinar según sus preferencias y necesidades. Ejercicios exclusivos para la mujer, la tercera edad o discapacitados son algunos ejemplos de la variedad que ha alcanzado la oferta de gimnasios.
En cuanto a la fidelización de la clientela, el usuario percibe la calidad de servicios y actividades mediante variables como: atención al público, puntualidad, una buena comunicación y la rapidez de respuesta administrativa. Son atributos secundarios (pero no menos importantes): el local, el número de alumnos o la duración del programa. En cuanto al coste, el factor precio resulta menos relevante para los aficionados al fitness en relación al practicante ocasional.
La clientela femenina es la estrella
La tendencia que se impone es la de diseñar franquicias de gimnasios orientadas a satisfacer las necesidades de la clientela femenina. Y es que las mujeres se han convertido en un nicho de negocio en sí mismas. No solo por lucir una buena imagen, sino, sobre todo, buscan mantenerse en forma. Aunque los hombres mantienen su afición por los gimnasios, entre las féminas ha crecido el interés por realizar ejercicio habitualmente. Eso sí, este perfil no suele disponer de mucho tiempo para dedicar a esta tarea.
En forma, pero con salud
Si algo ha cambiado en el concepto de gimnasios es la preocupación por el bienestar de que hacen gala. Antaño, la mayor parte de la demanda se centraba en conseguir una buena figura e incluso una musculatura determinada. Ahora, se valora estar en forma pero sin descuidar la salud. En este sentido operan las cadenas de franquicias cuyo negocio se basa en ofrecer un gimnasio para todos los públicos. Es decir, con instalaciones, maquinaria y programas para cualquier sexo, edad e incluso cultura. Las firmas ofrecen diferentes servicios orientados a salvaguardar el bienestar de sus socios.
Futuro a toda máquina
Las expectativas del sector respecto al futuro convierten este negocio en una de las iniciativas empresariales más atractivas. Y aunque se prevé que la demanda continúe creciendo, las enseñas tendrán que esforzarse por reforzar algunas claves del negocio.
¿La principal? Adaptar con rapidez y eficacia la oferta a la demanda en cada franquicia. Adelantarse a las posibles peticiones de una clientela cada vez más exigente y ávida de nuevas actividades y formas de hacer deporte.
También será fundamental no quedarse atrás a nivel tecnológico. Implementar todas las novedades a la sala de máquinas para asegurar una cuota de negocio que colabore en la rentabilidad de los centros de la franquicia.
Por último, Internet provee a las redes de franquicias y sus franquiciados de una gran oportunidad de negocio. Es un canal con el que ofrecer productos y servicios, atraer clientela, fidelizarla a través de clubs de clientes e incluso formar a los empleados de la cadena vía online.