Las franquicias de segunda mano funcionan en uno de los pocos sectores que no acusan diferencias con los ciclos económicos. De hecho, en épocas de estabilidad económica, muchos artículos de ocasión llegan al mercado debido a la renovación y atracción por “lo nuevo”. Mientras que, en épocas de recesión, muchos consumidores están a la búsqueda de buenas oportunidades.
Y es que la necesidad de adquirir productos recién salidos de fábrica ha dejado paso a otro tipo de mentalidad. Poco a poco, los artículos de segunda mano van teniendo cada vez más aceptación. Así, con el paso del tiempo, la sociedad ha visto cómo estos productos usados se han ido introduciendo en los hogares. Es más, muchas casas están amuebladas con mobiliario y aparatos tecnológicos ya usados. De hecho, estos últimos son los productos más adquiridos de primera mano y los que antes se quedan obsoletos. Por ello llegan antes a las tiendas de franquicias de segunda mano, para ser comprados de nuevo.
Cuando uno adquiere productos usados, todo son ventajas. Son artículos que se compran a muy buen precio y al momento. Además, incluso los puedes volver a vender al mismo establecimiento donde lo has adquirido. Y para sus franquiciados, las franquicias de segunda mano ofrecen grandes beneficios. Entre ellos, pocos stocks, tesorería siempre positiva, endeudamiento poco importante y una gestión fácil.
Principales retos de las franquicias de segunda mano
Con todo, las franquicias de segunda mano se enfrentan a una serie de retos que tienen que superar para consolidarse como un establecimiento con calidad y buenos precios en sus productos.
Mantener viva la demanda
No dejar pasar por alto que se debe competir con otros soportes para mantener viva la demanda. La garantía y la atención al público son herramientas fundamentales para las franquicias de segunda mano, de cara a competir con medios como Internet o la prensa.
Una imagen bien cuidada
Además, no hay que descuidar la presentación de los artículos. Las franquicias de segunda mano tienen que hacer ver al cliente que el producto que va a adquirir, aunque sea usado, le va a dar las mismas prestaciones que uno nuevo. Y a un precio asequible. Calidad y precio deben de ir de la mano en este sector.
Del mismo modo, las franquicias de segunda mano tienden a contar con gran diversidad de artículos. Así, lo mismo se puede adquirir una lavadora que el último libro publicado en el mercado. La cuestión que se plantea es si deben o no ser tiendas especializadas o de variedad en sus productos. Una decisión que puede influir en sus ventas.
Aquí se podría hacer hincapié en la imagen que da la tienda al cliente. La decoración del lugar, la colocación de los artículos, el trato… Todos son elementos que deben invitar a comprar. Es decir, hay que transmitir una sensación de nuevo. De hecho, lo que ofrecen las franquicias de segunda mano es igual de útil y valioso que los productos a estrenar. Por tanto, la imagen de este tipo de establecimientos es muy importante a la hora de seguir en el mercado. En este sentido, en función de su experiencia de compra, el cliente decidirá su permanencia.
Rotación de stocks
Otro reto al que se enfrentan las franquicias de segunda mano es a la rotación de stocks. Es muy importante que el consumidor perciba que puede adquirir lo más novedoso de cada sector. Bien sea de tecnología, de decoración o lo último en electrodomésticos.
Pero esta rotación no solo se debe notar en el interior de las franquicias de segunda mano. El escaparate es otro de los puntos estratégicos donde se tiene que notar la variedad y cambio de artículos. Un escaparate llamativo, con buenos productos y buenas ofertas llamará la atención e invitará al cliente a entrar.
Dar a conocer el negocio
Otro aspecto común en todas las franquicias, y que en las de segunda mano no es menos significativo, es la publicidad. Publicitar la apertura de la franquicia, anunciar sus productos y hacer llegar las ofertas es un reto que el franquiciador debe tener presente todos los días. Hay muchas maneras de hacerlo, pero lo difícil es dar con la adecuada. Medios de comunicación, buzoneo, elaboración de catálogos… Son algunas opciones en las que recoger el mensaje que se quiere hacer llegar de forma clara y directa.
Productos en buen estado
No olvidar que el cambio de mentalidad en el consumidor ha beneficiado la apertura de más franquicias de segunda mano. Algo que sugiere al franquiciado o responsable no perder este punto de referencia. El cliente no va a estas tiendas a comprar un artículo que le dure poco y luego tenga que tirarlo. Lo que se busca es un producto duradero, que dé un buen servicio y que garantice su uso.