A la hora de seleccionar una franquicia, el emprendedor debe haber seguido unos pasos previos. Pasos que sirven para tomar la decisión más adecuada y garantizar las mayores posibilidades de éxito. Analizar los sectores y las diferentes firmas que operan en cada uno; contar con asesoramiento profesional o informarse en medios especializados son algunas de las claves a considerar por el futuro franquiciado.
Muchos emprendedores piensan en un cambio de actividad laboral y, ante los deseos de independizarse, la franquicia puede ser una opción interesante. La madurez y consolidación hacen que las posibilidades de fracaso sean considerablemente bajas. Aun así, hay que tener una serie de parámetros a tener en cuenta a la hora de decantarse por una u otra cadena.
Una de las primeras claves básicas que hay que plantearse al poner en marcha un negocio es conocer las ventajas y los inconvenientes que ofrece el sistema de franquicia. Peor también hay que tener en cuenta los propios gustos personales, para estar lo más cómodo posible en nuestro ecosistema laboral.
La relación franquiciada nace con la intención de perdurar durante años. Por ello, no hay que precipitarse en su elección. Hay que comprobar la solvencia de la enseña y lo que puede aportar al negocio. Y esto implica, para el futuro franquiciado, una exhaustiva labor de investigación orientada hacia el sector objeto de interés.
La selección del sector y de la franquicia
El franquiciado debería comenzar por seleccionar el sector que más le atraiga. Comprometerse con un negocio implica ponerle mucha energía, mucho tiempo y dinero. De ahí que sea importante que el negocio nos agrade.
Hay más de 50 sectores de actividad entre los que poder elegir, por lo que siempre podemos encontrar alguno de nuestro interés. Antes, analizar dichos sectores así como las compañías que los conforman. Es importante asegurarse de que no se trata de un sector que se encuentra en crisis. Para ello, no sólo hay que analizar las franquicias que operan en el mismo, sino también las empresas que poseen redes de establecimientos propios. Cobra especial importante la selección de aquellos sectores con proyección de futuro para reducir al máximo posible el riesgo.
Una vez seleccionado el sector de actividad más idóneo, llega el momento de elegir entre las distintas franquicias del mercado. La elección más obvia es la de aquellas compañías bien posicionadas, que poseen varias decenas de franquiciados. Pero también hay que tener en cuenta las oportunidades que surgen con los nuevos operadores, que a veces incorporan innovaciones muy interesantes.
Dejarse asesorar por consultores de franquicias
Es vital dedicar tiempo al análisis de cada oportunidad. En este sentido, contar con asesoramiento profesional puede ser fundamental antes de firmar. Asegurarse de que el negocio es una buena oportunidad es primordial. El emprendedor no debería escatimar invertir unos euros en recibir un consejo cuando es una inversión mucho mayor la que está en juego.
El franquiciado debe obtener la suficiente información sobre la franquicia, sobre todo en lo referente a los franquiciados y a su situación económica, Para ello, adquirir una guía de franquicias puede proporcionar una información sustancial sobre las condiciones para acceder a las diferentes redes y a sus expectativas económicas. También, en este aspecto son vitales los portales de Internet para obtener más información sobre las franquicias que operan en nuestro país pudiendo contactar directamente con ellas.
Otras variables a tener en cuenta
Es muy interesante el hecho de concretar entrevistas con el franquiciador. Un futuro franquiciado tiene derecho a que le brinden toda la información y a efectuar todas las averiguaciones que considere pertinentes. La contraparte es que generalmente se requiere de información acerca de su persona, su patrimonio y demás inquietudes.
Un punto de apoyo muy importante son los actuales franquiciados de cada una de las enseñas. Ellos son las personas con quienes podremos contrastar la veracidad de la información facilitada por el franquiciador.
Además, el emprendedor debe realizar un análisis económico personalizado de la ciudad y entorno donde va a ubicar su establecimiento. A veces, unas buenas opciones de negocio fallan por haber elegido el lugar equivocado, debido al número de habitantes o a sus hábitos sociales, poco favorables al servicio prestado por la enseña.
También hay que saber a qué se va a destinar la franquicia: autoempleo o modelo de diversificación de inversores.
Y por otro lado, el apoyo familiar en la toma de decisión es fundamental. Un autoanálisis previo ayudará a descubrir si la actitud y circunstancias son adecuadas para integrarse en una cadena de franquicias.
Requisitos e inversión
Es importante comprobar si se reúnen -o no- los requisitos necesarios para ser franquiciado. Y hacerlo teniendo en cuenta cuánto se está dispuesto a invertir; si se dispone o no de un local; si se está dispuesto a asumir unas directrices o si corresponde a las expectativas económicas esperadas.
A la hora de definir la inversión, no hay que omitir ningún importe, ni dejar de lado impuestos como el IVA. Además, es aconsejable prever una suma para imponderables.
Para invertir no es necesario contar con todo el montante que supone el desembolso inicial. Lo mejor es tener una capacidad de inversión de un 60% de recursos propios y un 40% de recursos ajenos.
Para finalizar, señalaremos que, salvo excepciones, no existen redes de franquicias mejores o peores para un emprendedor. Debe ser éste quien busque aquellas que se adecuen a su perfil y le permitan el desarrollo de su actividad.