El sistema de franquicia ofrece grandes oportunidades de crecimiento, tanto en economías desarrolladas como emergentes. Para esos procesos de internacionalización, la fórmula más recurrida es la master franquicia. Una figura desconocida para muchos, pero que ofrece interesantes ventajas a la hora de cruzar fronteras.
Una master franquicia es una modalidad del sistema de franquicias por la cual el franquiciador otorga al franquiciado el derecho a explotar una franquicia en un territorio amplio. Generalmente todo un país o una extensa región. Por tanto, el master franquiciado será el responsable de desarrollar el concepto y expandirlo en esa zona.
Asimismo, se encargará de buscar nuevos franquiciados, concediendo sub-franquicias en su territorio. En este sentido, el master franquiciado deberá formarlos, asesorarlos y controlarlos. Por ello, el franquiciador deberá elegir con rigor a la persona que se vaya a encargar de cada master franquicia. Será como un representante suyo en un territorio concreto.
Dificultades a la hora de internacionalizar una franquicia
La internacionalización de la franquicia no está exenta de dificultades. Algunas internas, de la propia empresa. Otras externas, impuestas por el entorno. Las dificultades internas más destacables suelen surgir con empresas de poco tamaño o conceptos demasiado jóvenes. Casos en los que quedan patentes el escaso reconocimiento nacional y la falta de experiencia, con un know-how poco consolidado.
Asimismo, existen también algunas dificultades externas de carácter cultural, legal y geográfico. Las culturales se pueden adaptar más fácilmente, pero las circunstancias legales pueden dificultar la penetración en un mercado. Todo debido a distintas normativas que se traducen en un alargamiento y encarecimiento del proceso. Mientras, los factores geográficos tienen especial repercusión en la franquicia, ya que es necesario un control directo sobre el funcionamiento y utilización de la imagen.
Por otro lado, el riesgo de que el concepto no sea relevante o que deba cambiarse sustancialmente para presentarlo en el nuevo mercado, afectará de forma importante al concepto de negocio en sí. Asimismo, al perfil de franquiciado que se necesita y a la forma de comercializar la franquicia. Cuanto más reproducible sea un negocio, más relevante será el know-how que ofrezca el franquiciador… Y mayores serán las posibilidades de éxito. Por ello, es muy recomendable que, antes de embarcarse en una master franquicia, se dedique el tiempo necesario a investigar el mercado, el franquiciador y la oportunidad que ofrece la firma. Pero sin dar por sentado que, porque la franquicia tenga éxito en su país de origen, también vaya a tenerlo, necesariamente, en el de destino.
¿Cómo exportar con éxito un concepto?
Para exportar con éxito un concepto o producto es necesario tener conocimientos técnicos sobre el mismo. Pero también un sistema eficiente de negocio que permita al master franquiciado ser competitivo desde el primer día. Para ello, hay que contar con un sistema de comercialización, de administración, de calidad y de supervisión del negocio. Pero, además, hay que saber cómo ser un buen franquiciador. Y también cómo captar, formar y dar soporte a una red de franquiciados.
Estos son los principales aspectos a tener en cuenta para que una franquicia pueda funcionar en otro país:
Previsiones reales
Los precios en los que están basadas las previsiones de la franquicia deben ser correctos. Esta investigación no debe ser muy complicada. Bastará con buscar otras empresas que estén ofreciendo productos similares y consultar sus precios. Una vez se conozcan estas cifras, habrá que verificar que los precios suministrados por el franquiciador van a permitir al master franquiciado tener un margen adecuado en el nuevo país.
Canales de venta
El canal de ventas es la forma en que el fabricante hace llegar los productos al consumidor final. Cada país tiene diferentes niveles de desarrollo de sus canales de venta. Así las cosas, en este aspecto también pueden surgir incompatibilidades. Por ejemplo, en algunas regiones funciona muy bien la venta puerta a puerta, cuando en otras este canal sería impensable.
Requisitos administrativos
Hay que conocer de antemano cuáles son los requerimientos para establecerse en el nuevo país. Es decir, homologación del producto, etiquetado, transporte de los productos, garantías, registros sanitarios, legislación laboral… Puede que el producto a exportar no se adapte a la legislación del país de destino. O que las normativas de etiquetado sean diferentes a las del país de origen.
La relevancia del producto
También es importante asegurarse de que el producto que se quiere exportar va a tener mercado en el nuevo país. Hay franquicias que funcionan muy bien en determinadas culturas, pero que en otras no, por sus productos o concepto.
Conocer el mercado
En en lado contrario, un elemento importante antes de decidirse a adquirir una master franquicia es comprobar que el franquiciador tiene información sobre el mercado, los competidores, los precios y la estructura regional del país o zona para la que busca un master franquiciado. Si cumple con estos requisitos, podrá adaptar adecuadamente su concepto al país de destino.
Y es que, aunque es esencial que los nuevos establecimientos de una franquicia se mantengan fieles al concepto inicial, al llevar el concepto a otros países es más que probable que deban hacerse algunos cambios. Todo de cara a adaptarlo a las características, mercado, formas de negocio y clientes del nuevo país donde quiere exportarse.
Master franquicia, la mejor opción
A la hora de llevar a cabo un proceso de internacionalización, la master franquicia ofrece toda una serie de ventajas. Entre ellas:
- Una expansión internacional de la marca más rápida, con una inversión relativamente baja.
- Una distribución del producto más controlada.
- Y una imagen homogénea a través de las fronteras.
Con la master franquicia, el franquiciador delega responsabilidades y se asegura una expansión organizada y sostenida, replicando con éxito su modelo de negocio en otros países. En definitiva, está claro que abrirse paso en otros países puede resultar beneficioso si se hace bien.