Cada vez son más los emprendedores que buscan respaldo en las franquicias. Y es que la idea de “ser tu propio jefe” es una atractiva alternativa a la búsqueda improductiva de empleo. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí te damos algunas claves para dar los primeros pasos.
Si echamos la vista atrás, la creación de empresas aumentó significativamente en Estados Unidos tras la recesión de 1990-1991. También, tras la de 2001, la franquicia sufrió un crecimiento medio anual del 6% hasta 2005. En este escenario, el mercado estadounidense es el reflejo de lo que sucede en el resto de países.
De hecho, tras la crisis de 2007, el sistema de franquicias español muestra una tendencia alcista. Según “La Franquicia en España 2017”, informe estadístico de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), el número de redes ha crecido un 5,3% en 2016; el de establecimientos un 7,1%; los empleos generados por las franquicias un 5,9% y su facturación global un 1,9%.
Y es que, para muchos, la franquicia representa una opción más segura que construir un negocio desde cero. Después de todo, la tasa de fracaso para una franquicia es inferior a la tasa de fracaso empresarial. Además, el franquiciador ofrece un sistema cuyo éxito ha sido probado anteriormente.
La guía de franquicias, el gran aliado
El emprendedor debe conocer toda la información posible antes de tomar una decisión de compra. Afortunadamente, en estos momentos existen varias circunstancias que ayudan en este primer paso. Por un lado, la crisis ha facilitado la posibilidad de negociar precios a la baja. Por otro, los ciudadanos tienen mayor acceso a la información y, por tanto, a la posibilidad de elegir.
Existen guías de franquicias donde el emprendedor puede ver los diferentes conceptos de negocio de las franquicias y sus características. Ofrecen rankings de facturación, que dan buena cuenta del funcionamiento de todas ellas. Además, suelen aportar datos sobre la inversión inicial y los requisitos económicos de entrada. Una ayuda especialmente eficaz y útil para posibles compradores, pues les ayuda a superar las barreras iniciales.
Estos medios, unidos a los especializados, aportan una valiosa información sobre las diferentes oportunidades de negocio. Y uno de los ejemplos de mayor éxito, por la gran cantidad de opciones e información que ofrece, es la guía anual “500 Franquicias de Éxito en España”, de la consultora BeFranquicia.
Seleccionar opciones
Todo es negociable. Y esto es una gran ventaja. El emprendedor puede pedir condiciones y hacer su propia lista con las franquicias que mejor asistencia económica y financiera ofrezcan. Así, reducirá las opciones a las más interesantes.
Después de esa primera selección, toca hablar con otros franquiciados. Son fáciles de localizar porque todos utilizan el mismo nombre de la empresa en todo el país. Y hay que preguntarles acerca de sus experiencias con el franquiciador:
- Si reciben la formación adecuada.
- Cómo es el apoyo de la sede.
- Cuáles son sus problemas y preocupaciones.
- Si volverían a abrir negocio con esa franquicia tras su experiencia.
- Si son felices con la enseña.
Estudiar con detalle las condiciones
Otro consejo importante para poner en marcha un establecimiento franquiciado es leer cuidadosamente todos los detalles del contrato. Es decir, conocer todo lo que se debe esperar de la franquicia a cambio de su compra. El nivel de formación, el apoyo continuo, los antecedentes de quien está a cargo de la empresa, las clausulas económicas… Todo debe mirarse con lupa.
Por su parte, los medios económicos y los especializados en franquicias también aportan información importante. Sobre todo en lo relativo a la estabilidad financiera de la franquicia. De hecho, el emprendedor debe asegurarse de que la empresa matriz es solvente y no atraviesa malos momentos.
Poner en marcha una franquicia no es necesariamente barato. La inversión inicial puede variar mucho dependiendo de la industria y del tipo de actividad en la que desarrollar el negocio. Así, pueden existir unos costes relativamente bajos, desde 6.000€, o bastante caros, de unos 750.000€.
¿Merece la pena?
La compra de una franquicia ayuda a mitigar algunos riesgos al poner en marcha un negocio. Eso sí, la franquicia tiene también sus contras. Especialmente para aquellos emprendedores a los que no les gusta trabajar bajo las reglas de nadie. En este caso, es probable que se rebelen contra las normas que imponen los franquiciados.
En cualquier caso, lo cierto es que las ventajas son muchas. ¿Entre ellas? Que un recién despedido sin experiencia en un sector concreto, entre en el sistema de franquicias con su propio negocio. Y es que la franquicia aporta el sustento necesario y el respaldo de la marca. Sin duda, una opción a la que merece la pena echar un vistazo.