Aunque parece que el bocadillo es lo que es y no acepta demasiadas innovaciones, muchas franquicias de bocatas han sabido encontrar su hueco dentro del negocio. Sobre todo, gracias a una oferta de lo más diferenciada. Las hay que lo complementan con otros productos. También están las que explotan el bocadillo para potenciar su imagen de marca. Y las que adaptan el plato a un modo de preparación o a un tamaño concreto que rompe con todo.
En la década de los ’50, el bocadillo se convirtió en la comida proletaria por excelencia. Sobre todo, por su bajo coste y por sus ventajas: fácil de preparar, fácil de llevar al trabajo y fácil de conservar hasta la hora del almuerzo. Unos beneficios que han superado todas las barreras y han convertido a este producto tan tradicional en toda una delicia para los fans de la comida rápida de calidad. Además, se puede degustar en muy poco tiempo y tiene un precio más que asequible.
Bajo estas premisas, las franquicias de bocatas llevan tiempo apostando por ofrecer una amplia oferta de bocadillos. Así, están inventando nuevos platos con ingredientes de lo más variado y potenciando las recetas más tradicionales. Una estrategia que sitúa a este producto entre las comidas favoritas del consumidor. Incluso más allá de nuestras fronteras.
Una apuesta sólida en franquicia
El bocadillo es un producto de hostelería apreciado por la sociedad española: se sirve en poco tiempo, es barato… Y, a pesar de ser comida rápida, no se considera “comida basura”, pues sus ingredientes suelen ser saludables y de calidad. En este sentido, las franquicias de bocatas han descubierto la fórmula para satisfacer al cliente más exigente. Siempre cuidado el cariz tradicional del producto, pero introduciendo constantes innovaciones que no hagan del plato una oferta gastronómica aburrida.
Así, tanto de cara a la central, como en lo que respecta al franquiciado y al cliente final, las franquicias de bocatas ofrecen numerosos beneficios que se traducen en crecimiento. Y es que cuentan con un producto con muchas facilidades. Un plato de fácil preparación, con un know how muy sencillo de transmitir y con muchas posibilidades de éxito para franquiciador y franquiciado.
En cuando al sistema de trabajo, muchas de estas cadenas han optado por gestionar sus establecimientos a modo delivery. Mientras que otras se han decantado por ofrecer a sus clientes un servicio de mesa con una decoración más cuidada.
Respecto a su carta, las franquicias de bocatas suelen optar por desarrollar su propio tipo de bocadillos. Eligen entre diferentes tipos de pan, ingredientes, formatos, etc. Y configuran una carta que se renueva constantemente, en función de la época del año y los productos de temporada.
Además, las franquicias de bocatas invierten muchos esfuerzos por crear una imagen de marca que transmita los valores de la empresa y el estilo del producto. En este sentido, y a través del marketing y la publicidad, potencian la presencia de su imagen. Siempre conscientes de que una buena implantación significa más ventas.
Las franquicias de bocatas más conocidas
Pans & Company
Es la marca más emblemática del Grupo Eat Out. Creada en 1991, es la franquicia líder en el mercado español de bocadillería. De hecho, contaba con una red de más de 150 franquicias de bocatas en España, Portugal e Italia a cierre de 2017. Los mismos venden más de 20 millones de bocatas al año. Pans & Company apuesta por una nueva dimensión en el concepto de restauración rápida de calidad. Todo basado en un diseño cuidado de sus restaurantes, que cuentan con personalidad propia y diferenciada. Además, están adaptados a las tendencias del consumidor más exigente, ofreciendo la mejor calidad gastronómica, servicio, precio y entorno.
Subway
Esta cadena fue fundada en 1965 en Milford (Connecticut) por Fred DeLuca y el Dr. Peter Buck. Con 17 años, Fred pidió un préstamo de 1.000$ a su amigo Peter para montar su primer restaurante de sándwiches. Con él, buscaba poder costearse los estudios universitarios de Medicina. Aquel restaurante comenzó llamándose Pete’s Submarines por su especialidad: los submarinos, unos sándwiches típicos de EE.UU. cuyo pan se abre en forma de V y se rellena con carne, queso, embutido, verdura y salsas. Con el tiempo, cambiaron el nombre a Pete’s Subway y, finalmente, a Subway. A día de hoy, es la franquicia de restauración más grande del mundo por número de puntos de venta. De hecho, cuenta con cerca de 44.000 franquicias de bocatas en 112 países.
Don G
Don Gabriel era un agricultor del norte, amante del buen comer al que no le terminaban de convencer los restaurantes a los que acudía. Por ello, decidió cultivar él mismo los ingredientes y abrir su propio local: el restaurante Don Gabriel. Un lugar donde incluso los apetitos más feroces y los paladares más exigentes quedasen satisfechos. Hoy en día, sus franquicias de bocatas y platos combinados siguen respetando la calidad, el tamaño y el sabor de los ingredientes que a él le gustaban. Actualmente, esta enseña cuenta con 16 establecimientos en España. Y, según sus previsiones, en 2018 se abrirán 15 nuevos locales y 25 más en 2019. Su propietaria es Comess Group, líder en restauración organizada con más de 30 años de historia. De hecho, cuenta con más de 300 establecimientos y presencia en 14 países de Europa, Asia y América con marcas como Lizarran, Don G, Cantina Mariachi y Pasta City.
100 Montaditos
Montaditos que son, en realidad, mini bocadillos, por lo que observamos cómo en estas franquicias de bocatas se apuesta por un cambio en el formato. 100 Montaditos nació en Huelva en el año 2000. Su concepto ofrecía un solo producto (cien variedades distintas de montaditos) y un solo precio (cien pesetas). Hoy, esta popular enseña de Grupo Restalia cuenta con más de 480 locales en 11 países. Y figura entre las 25 franquicias de restauración más relevantes del mundo, según Franchise Direct. Además, ha obtenido en 2017 un total de cuatro premios. Dos en España (“Comercio del Año” en la categoría Cervecería/Tapas, y el de mejor Cervecería del Año en “Cualeslamejor.es”). Y otros dos en Italia (mejor franquicia en los “Asso Franchising 2017” e “Insegna dell’Anno” en las categorías Mettiamoci a Tavola y Ristorazione Veloce). Y, por si fuera poco, ha sido galardonada recientemente con el Premio Internacionalización LATAM en la X Edición de los Premios Nacionales de Marketing.
Principales retos de futuro
Entre los retos que han de afrontar en un futuro próximo las franquicias de bocatas, destaca la implementación de nuevas tecnologías a la gestión del negocio. Algo fundamental para garantizar el éxito de la red.
Además, muchas franquicias de bocatas han comenzado a explotar canales alternativos de publicidad, como Internet y el teléfono móvil. De esta manera, envían a sus clientes potenciales todas sus novedades y ofertas.
La diversificación es otra de las estrategias que cada vez ganan más peso en las franquicias de bocatas. Y es que introducir nuevos productos en la carta se traduce en una ampliación del público objetivo.
Otro reto para las franquicias de bocatas es internacionalizar sus conceptos. Sobre todo, saber aprovechar las facilidades que suelen tener este tipo de negocios en el extranjero gracias a la buena reputación de la gastronomía española a nivel mundial… Y al éxito de un producto tan versátil e internacional como el bocadillo.